SAN LORENZO MARTIR Nació en Aragón, España , en el siglo III. En el año 258 el Papa Sixto fue enviado a la muerte por el emperador romano Valerio. El jerarca lo mandó torturar con escorpiones y luego a asar a fuego lento en una parrilla.
ORACIÒN A SAN LORENZO MARTIR
Señor Dios: Tú le concediste a este mártir un valor impresionante para soportar sufrimientos por tu amor, y una generosidad total en favor de los necesitados. Haz que esas dos cualidades las sigamos teniendo todos en tu Santa Iglesia: generosidad inmensa para repartir nuestros bienes entre los pobres, y constancia heroica para soportar los males y dolores que tú permites que nos lleguen.
lunes, 30 de julio de 2012
domingo, 29 de julio de 2012
viernes, 27 de julio de 2012
viernes, 20 de julio de 2012
ARMADURA DE SAN PATRICIO
Me envuelvo en el día de hoy y ato a mí una fuerza poderosa: la
invocación de la Santísima Trinidad...y las Tres Divinas Personas.
Me envuelvo en el día de hoy y ato a mí la fuerza de Jesucristo,
Hijo de María siempre Virgen, con su bautismo, la fuerza de su crucifixión y
sepulcro, la fuerza de su Resurrección y Ascensión la fuerza de su vuelta en la
Segunda Venida para hacer Justicia.
Me envuelvo en el día de hoy y ato a mí la fuerza del
amor de los Querubines, la obediencia de los Ángeles, el servicio de los
Arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las oraciones de
los patriarcas, las profecías de los profetas, las palabras de los apóstoles, la
fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras
de los confesores.
Me envuelvo en el día de hoy y ato a mí el amor
maternal y la pureza virginal de María Santísima, hija de Dios Padre, Madre
de Dios Hijo y esposa de Dios Espíritu Santo.
Me levanto hoy y ato a mí el poder del cielo, la luz del sol, el
brillo de la luna y de todos los demás astros, el esplendor del fuego, la
velocidad del rayo, la rapidez y ligereza del viento, la profundidad de los
mares, la estabilidad y firmeza de la tierra y la solidez de la roca.
Me envuelvo en el día de hoy y ato a mí la fuerza de
Dios para orientarme. El poder de Dios para sostenerme, la sabiduría de Dios
para guiarme, el ojo de Dios para prevenirme, el oído de Dios para escucharme, la
palabra de Dios para apoyarme, la mano de Dios para defenderme, el camino de
Dios para recibir mis pasos, el escudo de Dios para protegerme, los ejércitos
de Dios para darme seguridad contra las trampas de los demonios, contra las
tentaciones de los vicios, contra las inclinaciones de la naturaleza, contra
todos aquellos que desean el mal, de lejos o de cerca, estando yo solo o en la
multitud.
Convoco en el día de hoy a todas esas fuerzas poderosas, que
están entre mí y el maligno: contra las encantaciones de los falsos profetas, contra
las leyes negras del paganismo, contra las leyes falsas de los herejes, contra
la astucia de la idolatría contra los conjuros de brujas, brujos y magos, contra
la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre. Invoco a Jesucristo
que me proteja en el día de hoy contra el veneno, el incendio, el ahogo, las
heridas, para que yo pueda alcanzar abundancia en premio.
Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo
en mí, Cristo sobre mí, Cristo bajo mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi
izquierda, Cristo alrededor de mí, Cristo en la anchura, Cristo en la longitud,
Cristo en altura, Cristo en la profundidad de mi corazón, Cristo en el corazón
y la mente de todos los hombres que piensan en mí, Cristo en la boca de todos
los que hablan de mí, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me
escucha. Me envuelvo en el día de hoy en una fuerza poderosa: la
invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la
Unidad del Creador del Universo. AMÉN.
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